Esta hoja trata sobre la exposición a citomegalovirus (CMV) en el embarazo y durante la lactancia. Esta información se basa en la literatura publicada disponible. No debe usarse como un sustituto de la atención médica o los consejos de su proveedor de atención de salud.
¿Qué es el citomegalovirus (CMV)?
CMV es un virus común que se puede transmitir de una persona a otra por contacto con saliva, semen, líquidos vaginales, sangre, orina, lágrimas, heces o leche materna. La mayoría de las personas con CMV no presentan síntomas, pero hay quienes podrían tener fiebre, cansancio y dolores musculares cuando se infectan por primera vez.
Una vez que el virus del CMV entra en el cuerpo, se queda ahí de por vida. Un sistema inmunitario saludable suele mantener el virus bajo control. A veces, el virus puede reactivarse (se “despierta” y se activa). Las personas también pueden infectarse con más de una cepa del CMV en su vida.
Más de la mitad (más del 50 %) de las personas en Estados Unidos tienen el virus antes de los 40 años, y 1 de cada 3 niños lo tiene antes de los 5 años. El contacto cercano con niños menores de tres años, como en situaciones de cuidado infantil, es una forma común de infectarse con CMV.
¿Cómo puedo saber si estoy infectado con el CMV?
Con un análisis de sangre se puede diagnosticar la infección de CMV en adultos que presentan síntomas. Hable con su proveedor de atención médica sobre su riesgo de contraer CMV y qué pruebas son adecuadas para usted.
Tengo CMV. ¿Puede hacer que me resulte más difícil quedar embarazada?
No se anticipa que tener CMV dificulte lograr el embarazo.
¿Tener o contraer el CMV aumenta la probabilidad de aborto espontáneo?
El aborto espontáneo es común y puede ocurrir en cualquier embarazo por muchas razones diferentes. Se desconoce si el CMV puede aumentar la probabilidad de aborto espontáneo.
¿Qué probabilidades hay de que la infección por CMV en el embarazo se transmita al feto?
Cuando una mujer embarazada se infecta con CMV por primera vez, existe una probabilidad de 1 en 3 (30 %) a 2 en 5 (40 %) de que eso ocurra. Cuando se reactiva una antigua infección, o se contrae una nueva cepa del virus durante el embarazo, la probabilidad de transmitir la infección al feto podría ser menor.
¿Tener o contraer CMV aumenta el riesgo de tener defectos de nacimiento?
Los defectos de nacimiento pueden ocurrir en cualquier embarazo por diferentes razones. De todos los bebés que nacen cada año, alrededor de 3 de cada 100 (3 %) tendrán un defecto de nacimiento. Analizamos investigaciones publicadas para intentar entender si una determinada exposición, como al CMV, podría aumentar el riesgo de defectos de nacimiento u otros problemas durante el embarazo.
Si se produce una infección por CMV durante el embarazo, el virus puede transmitirse al feto. Es lo que se conoce como CMV congénito. El CMV congénito puede causar problemas de visión (incluida ceguera), agrandamiento del hígado o del bazo, cabeza de tamaño reducido y problemas con el sistema nervioso. La mayoría de los bebés con CMV congénito no muestran signos ni tienen problemas de salud.
Los bebés con CMV congénito pueden tener problemas de salud al nacer o que se desarrollen más adelante. De los que contraen el virus, alrededor de 1 de cada 100 (1 %) a 1 de cada 10 (10 %) tendrán síntomas al nacer. Si la infección por CMV ocurre en el primer trimestre, la probabilidad de que el cerebro, la audición y la visión se vean afectados es mayor que si se produce más tarde en el embarazo.
¿Contraer el CMV aumenta la probabilidad de sufrir otros problemas del embarazo?
Si se padece CMV en el embarazo, hay mayor probabilidad de parto prematuro (nacimiento antes de la semana 37) o bajo peso al nacer (menos de 5 libras y 8 onzas [2500 gramos]). El CMV también podría aumentar el riesgo de preeclampsia (presión arterial alta y problemas con órganos, como los riñones), que puede provocar convulsiones (llamadas eclampsia).
En algunos estudios se sugiere que el CMV podría aumentar el riesgo de ictericia (piel y ojos amarillentos a causa de la acumulación de bilirrubina en la sangre) o retrasos en el movimiento físico. El CMV podría ser una causa de parto de feto muerto. Pero es algo común, y muchos embarazos con CMV producen un nacimiento vivo.
¿Tener o contraer CMV durante el embarazo afecta el comportamiento o el aprendizaje futuro del niño?
Los bebés que muestran signos de CMV congénito al nacer pueden tener problemas a largo plazo, como discapacidad intelectual, retraso en el lenguaje, coordinación física deteriorada, debilidad, pérdida de audición y convulsiones. Algunos bebés que no muestran signos de CMV congénito al nacer pueden desarrollar pérdida de audición o problemas de aprendizaje a medida que crecen.
¿Cómo puedo saber durante mi embarazo si mi bebé se verá afectado por el CMV?
Se pueden usar ecografías prenatales para detectar algunos problemas relacionados con CMV congénito, como crecimiento lento, cabeza pequeña, placenta grande y cambios en la estructura del cerebro. Sin embargo, muchos bebés con CMV congénito no mostrarán signos de infección en una ecografía. La discapacidad intelectual y los problemas de aprendizaje no se pueden ver en una ecografía y podrían no detectarse hasta que el niño es mayor.
Una amniocentesis es un procedimiento con el que se extrae una pequeña cantidad del líquido que rodea al bebé (el líquido amniótico). Este líquido se puede analizar para detectar CMV. Sus proveedores de atención médica pueden hablar con usted sobre riesgos y beneficios de que se le realice esta prueba durante el embarazo. Después del nacimiento del bebé, se puede analizar su saliva, orina o sangre para detectarlo. En algunos estados se incluye la detección de CMV en sus programas estatales de chequeo de recién nacidos.
Hable con su proveedor de atención médica sobre exámenes o pruebas prenatales que tenga disponibles. No hay pruebas disponibles durante el embarazo que puedan indicar el efecto que podría tener sobre el comportamiento o el aprendizaje futuros.
Estoy embarazada y tengo una infección por CMV. ¿Hay alguna manera de prevenir o tratar el CMV congénito?
Hable con sus proveedores de atención médica sobre qué tratamientos se recomiendan para usted y su embarazo. Hasta el momento, no se conoce ningún tratamiento que pueda prevenir por completo todos los síntomas o efectos a largo plazo del CMV congénito. La administración de medicamentos antivirales cuando hay una infección por CMV en el embarazo podría reducir la probabilidad de que el virus se transmita al feto. A los recién nacidos con CMV se les podrían administrar medicamentos antivirales para ayudar a reducir el riesgo de pérdida de audición, enfermedades oculares y problemas de aprendizaje.
Lactancia y CMV:
Se anima a las mujeres con CMV a amamantar si el bebé nace a término y está sano. Los bebés nacidos a término que se infectan con CMV por la leche materna no suelen enfermar de gravedad. Los que nacen antes de las 30 semanas de embarazo o que pesan menos de 3.3 libras (1500 g) podrían tener mayor probabilidad de enfermar por CMV de la leche materna. Si sospecha que el bebé tiene síntomas (fiebre, diarrea o piel u ojos amarillentos), comuníquese con el proveedor de atención médica del niño. Asegúrese de comunicar al profesional que la atiende todas sus preguntas sobre lactancia.
Si un hombre tiene CMV, ¿podría eso afectar su fertilidad o aumentar el riesgo de defectos de nacimiento?
No se anticipa que el CMV afecte la fertilidad masculina (capacidad de embarazar a una mujer). El CMV se puede transmitir a una pareja embarazada. Los hombres con una pareja embarazada pueden usar condones de látex durante las relaciones sexuales para reducir la probabilidad de transmitirle la infección por CMV. Si usted o su pareja tienen una infección por CMV, hable con su proveedor de atención médica. Para obtener más información general sobre exposición de padres o donadores de esperma, lea la hoja de datos de MotherToBaby https://mothertobaby.org/es/hojas-informativas/exposiciones-paternas/.
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