Esta hoja trata de la infección por COVID-19 en el embarazo y durante la lactancia. Esta información no debe usarse como un sustituto de la atención médica o los consejos de su proveedor de atención de salud.
¿Qué es COVID-19?
COVID-19 (forma breve para decir Coronavirus Disease 2019 en inglés) es una enfermedad causada por un virus llamado SARS-CoV-2. El virus del COVID-19 es transmitido principalmente por contacto cercano de persona a persona. Cuando una persona infectada respira, habla, tose, o estornuda, el virus del COVID-19 puede pasar a otras personas cercanas.
Los síntomas más comunes de COVID-19 incluyen fiebre, tos, y dificultad para respirar. Otros síntomas pueden incluir escalofríos, dolor muscular o corporal, dolor de cabeza, dolor de garganta, pérdida reciente del olfato o el gusto, congestión o moqueo, nauseas o vómitos, y diarrea. En casos graves, la infección puede resultar en la hospitalización, admisión a la unidad de cuidados intensivos, y la muerte. Algunas personas tienen síntomas muy leves o nulos (asintomáticos), pero estas personas aún pueden pasar el virus a otras personas.
¿Cómo puedo prevenir contraer COVID-19?
Mantenerse al día con las vacunas contra COVID-19 y refuerzos recomendados es la mejor manera para protegerse a sí mismo y a los demás del COVID-19. Puede leer más sobre la vacunas contra COVID-19 en las hojas informativas de MotherToBaby en https://mothertobaby.org/es/hojas-informativas/vacuna-de-arnm-contra-covid-19/, https://mothertobaby.org/es/hojas-informativas/vacuna-de-vector-viral-contra-covid-19/, y https://mothertobaby.org/es/hojas-informativas/vacuna-con-subunidades-de-proteinas-contra-covid-19-novavax/. Otras maneras de protegerse a sí mismo y a los demás incluyen usar una mascarilla al salir en el público, evitar el contacto cercano con otras personas (a una distancia de al menos 6 pies), evitar las reuniones y encuentros (especialmente en interiores), y lavarse las manos con frecuencia. Debido a que las vacunas no son 100% efectivas para prevenir el COVID-19, las personas embarazadas (y las que viven con ellas) pueden considerar continuar tomando estas precauciones incluso si están al día con las vacunas.
Hay más información disponible para las personas que están embarazadas o recientemente embarazadas en https://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/need-extra-precautions/pregnant-people.html.
Tengo COVID-19. ¿Puede hacerlo más difícil embarazarme?
Basado en datos disponibles, es desconocido si COVID-19 podría hacerlo más difícil embarazarse.
¿Tener COVID-19 aumenta la posibilidad de aborto espontáneo?
El aborto espontáneo en común y puede ocurrir en cualquier embarazo por muchas razones diferentes. Los estudios disponibles sobre las infecciones por COVID-19 en el embarazo no han sugerido una mayor probabilidad de aborto espontáneo comparado con la población general.
¿Tener COVID-19 aumenta la probabilidad de defectos de nacimiento?
Cada embarazo comienza con un 3-5% de posibilidades de tener un defecto de nacimiento. Esto se llama el riesgo de fondo. Los estudios disponibles sobre las infecciones por COVID-19 en el embarazo no han notificado un aumento de probabilidad de defectos de nacimiento por encima del riesgo de fondo.
La fiebre es un posible síntoma de COVID-19. Una fiebre alta en el primer trimestre puede aumentar la posibilidad de ciertos defectos de nacimiento. Por lo general, se recomienda el paracetamol (acetaminofén) para reducir la fiebre durante el embarazo. Si se enferma con COVID-19 o cualquier otra enfermedad y le da fiebre, hable con su proveedor de atención de salud para confirmar que usar acetaminofén es la mejor manera de reducirla. Para mayor información acerca de la fiebre y el embarazo, consulte la hoja informativa de MotherToBaby en https://mothertobaby.org/es/hojas-informativas/la-hipertermia/.
¿Tener COVID-19 aumenta la probabilidad de otros problemas relacionados con el embarazo?
Los estudios han demostrado que las personas que están embarazadas o recientemente embarazadas y tienen COVID-19 tienen una mayor probabilidad de enfermarse gravemente, ser ingresadas en cuidados intensivos, y necesitar un ventilador (máquina que le ayuda a respirar). Algunos estudios también han reportado una mayor probabilidad de muerte. La probabilidad de estos resultados es mayor entre las personas que también tienen otras condiciones de salud subyacentes, como la obesidad, diabetes previa al embarazo, o hipertensión crónica. Al igual que en la población general, las personas que están embarazadas y al día con sus vacunas de COVID-19 tienen menos probabilidades de infectarse y menos probabilidades de enfermarse gravemente, ser hospitalizadas, o morir por una infección por COVID-19.
Tener COVID-19 durante el embarazo aumenta la probabilidad de parto prematuro (el bebé nace antes de las 37 semanas de embarazo). La probabilidad de parto prematuro puede ser mayor si la infección ocurre más tarde en el embarazo. Algunos estudios también han reportado un aumento de posibilidad de mortinato (muerte fetal), preeclampsia (presión arterial peligrosamente alta), y la necesidad de cesárea de emergencia. Tener COVID-19 también puede dificultar el manejo de otras afecciones de salud que una persona puede tener durante el embarazo, como otras infecciones o presión arterial alta. Las complicaciones neonatales han sido reportadas con menor frecuencia en personas que están vacunadas. Los investigadores están recopilando más información sobre cómo el estado de vacunación puede afectar los resultados del embarazo en personas con COVID-19.
A veces, el virus que causa COVID-19 puede infectar la placenta (llamada placentitis), lo que puede provocar problemas con el funcionamiento de la placenta para apoyar el embarazo y para el crecimiento y desarrollo del bebé. Algunos casos de mortinato se han asociado con placentitis por una infección por COVID-19. Los investigadores están aprendiendo más sobre otros posibles efectos de la placentitis causada por una infección por COVID-19.
Tener COVID-19 puede aumentar la probabilidad de desarrollar coágulos sanguíneos, especialmente si la infección es grave. Un estudio reciente informó que entre las mujeres que dieron a luz en hospitales, las mujeres con COVID-19 tenían una mayor probabilidad de ataque cardíaco y coágulos de sangre que aquellas mujeres que no tenían COVID-19 (a pesar de que la probabilidad general de ataque cardíaco o coágulos de sangre era todavía pequeña). La Sociedad Americana de Hematología recomienda que todos los adultos que están hospitalizados con COVID-19 reciben tratamiento para prevenir los coágulos sanguíneos.
¿Puede el virus que causa COVID-19 pasar al bebé durante el embarazo o al momento del parto?
El virus pueda pasar de una persona que está embarazada a su bebé durante el embarazo, pero esto parece ser muy raro. La probabilidad de que el bebé contraiga el virus durante o poco después del parto puede ser mayor si la madre tiene una infección activa en el momento del parto. Sin embargo, la mayoría de los bebés que dan positivo poco después del parto solo tienen síntomas leves o no tienen síntomas, y se recuperan completamente del virus. La enfermedad grave puede ser más probable en los bebés que nacen prematuros o tienen otros problemas de salud.
¿Tener COVID-19 en el embarazo causa problemas a largo plazo en aprendizaje o comportamiento para el bebé?
Un pequeño estudio no encontró diferencias en la comunicación, las habilidades motoras, la resolución de problemas o las habilidades personales y sociales a los 6 meses de edad en bebés nacidos de personas que tuvieron COVID-19 durante el embarazo. La mayoría de estas infecciones fueron leves o sin síntomas (asintomáticas). Otro estudio encontró que los niños nacidos de personas que tuvieron COVID-19 durante el embarazo tenían más probabilidades de haber sido diagnosticados con un problema de desarrollo neurológico (relacionado con el cerebro) al año de edad, especialmente si la infección por COVID-19 ocurrió en el 3er trimestre. La mayoría de las infecciones por COVID-19 en este estudio mostraron síntomas (sintomáticas). Los problemas diagnosticados reportados en los niños se relacionaron principalmente con las habilidades motoras (movimiento) y el habla y el lenguaje. Dado que estos estudios no pudieron tener en cuenta todas las cosas que podrían haber afectado el desarrollo de los niños (como el entorno del hogar, otras posibles exposiciones durante el embarazo, y el estrés de la pandemia), no está claro si tener COVID-19 en el embarazo afecta el desarrollo a largo plazo en los niños. Se necesita más investigación para comprender completamente los posibles efectos a largo plazo de una infección por COVID-19 durante el embarazo
El amamantamiento y COVID-19:
No se ha encontrado que el virus que causa COVID-19 pase por la leche humana. No se ha reportado casos de bebés que se infectaron con el virus a través de la leche. La leche humana proporciona protección contra muchas enfermedades infantiles, y a menudo se les aconseja a las personas de que sigan amamantando o proveyendo leche aun cuando están enfermas con un virus, tal como influenza.
Las personas que están amamantando mientras están enfermas con COVID-19 pueden ayudar a evitar transmitir el virus a sus bebés a través del contacto por medio de lavarse las manos con frecuencia y usar una mascarilla mientras dan pecho. También pueden considerar extraer leche para que otra persona alimente a su bebé mientras se recupere. Los CDC tienen información sobre COVID-19 y la lactancia materna en https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/if-you-are-sick/pregnancy-breastfeeding.html. Hable con sus proveedores de salud sobre cualquier pregunta relacionada al amamantamiento.
Si un hombre tiene COVID-19, ¿puede afectar la fertilidad (capacidad de embarazar a su pareja) o aumentar la posibilidad de defectos de nacimiento?
Dos estudios pequeños encontraron que los hombres que tuvieron COVID-19 tenían menos y más lentos espermatozoides después de la recuperación en comparación con los hombres que solo tuvieron casos leves de COVID-19 o hombres sanos que no tuvieron COVID-19. Otro estudio encontró que los hombres que tenían COVID-19 tenían una disminución a corto plazo en la fertilidad. No hay suficiente información para saber si la infección por COVID-19 podría tener efectos a largo plazo en el esperma o la fertilidad masculina.
No hay evidencia de una mayor probabilidad de defectos de nacimiento si el padre o el donante de esperma tiene COVID-19. En general, las exposiciones que los padres y donantes de esperma tienen son improbables que aumentan los riesgos a un embarazo. Para obtener más información, por favor consulte la hoja informativa de MotherToBaby Las exposiciones paternas y el embarazo en https://mothertobaby.org/es/hojas-informativas/exposiciones-paternas/.
MotherToBaby está llevando a cabo estudios observacionales sobre COVID-19 en el embarazo y durante la lactancia materna. Si usted tuvo o tiene COVID-19 confirmado o sospechado durante un mes desde el último periodo menstrual o en cualquier momento del embarazo o en la lactancia, y está interesada en saber más sobre este estudio, por favor llame al 1-877-311-8972 o regístrese en https://mothertobaby.org/join-study/.
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OTIS/MotherToBaby fomenta el lenguaje inclusivo y centrado en la persona. Si bien nuestro nombre todavía contiene una referencia a las madres, estamos actualizando nuestros recursos con términos más inclusivos. El uso del término madre o materna se refiere a una persona que está embarazada. El uso del término padre o paterno se refiere a una persona que contribuye esperma.