Por Ginger Nichols, Consejera de Genética Certificada en MotherToBaby Connecticut For the English version, click here Doce años atrás, yo todavía tenía 24 semanas de un embarazo feliz, sin saber que entre dos o tres días yo iba a ser detenida en el hospital por dos largas semanas en descanso de cama, oyendo los latidos del monitor cardíaco fetal; sintiéndome sola y con un gran miedo por la salud de mi bebé en desarrollo. Mi hijo, Lincoln, nació con sólo 26 semanas y pesando una sola libra. Él …